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Η ΕΕ προσέφερε στις ΗΠΑ μια συμφωνία “μηδενικού τιμολογίου” για αυτοκίνητα και βιομηχανικά προϊόντα τον Φεβρουάριο

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La Unión Europea ofreció a Estados Unidos negociar para eliminar los aranceles sobre las importaciones de coches y productos industriales a ambos lados del Atlántico cuando el Comisario de Comercio, Maroš Šefčovič viajó a Washington el pasado mes de febrero, y el presidente Donald Trump solo había anunciado formalmente un incremento del 25% del gravamen sobre el aluminio y el acero.

Lo ha dicho primero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y lo ha confirmado después el Šefčovič. “Hemos ofrecido aranceles cero por cero para los productos industriales, como hemos hecho con éxito con muchos otros socios comerciales. Porque Europa siempre está dispuesta a llegar a un buen acuerdo“, ha dicho von der Leyen en rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro noruego Jonas Gahr Støre.

Pero no parece que Estados Unidos lo esté, porque según ha explicado después Šefčovič hizo al secretario de Comercio de EEUU Howard Lutnick durante su primera reunión en Washington el pasado 19 de febrero. Entonces, Washington solo había impuesto aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio. Apenas unas semanas después, llegaron el aumento al gravamen sobre las importaciones de coches del 25%, y la pasada semana, de un 20% a comunitarias.

“Exploramos esta posibilidad en el curso de mi primer encuentro personal con el secretario Lutnick”, ha explicado Šefčovič. El comisario ha explicado que durante aquella reunión, trató de entender qué problemas tenía Estados Unidos y estuvieron “comparando notas”. En este sentido, el esloveno ha explicado que aunque Washington ha anunciado los llamados aranceles recíprocos, su atención está sobre todo en cinco sectores: los coches, la industria farmacéutica, la del metal, la madera y los semiconductores.

Área simbólica

“Creo que en particular los coches es un área particularmente simbólica para nuestros socios americanos”, ha reconocido Šefčovič. “Estuvimos comparando cifras sobre importaciones, exportaciones, y todo el sector automovilístico, ha explicado el comisario, “y dije: si este es el problema, hablemos. Exploremos la posibilidad de reducir estos aranceles hasta cero, como teníamos para algunos productos hasta el 2 de abril”. Una medida que según el esloveno iría en beneficio de la industria a ambos lados del atlántico.

En el curso de las negociaciones que han tenido lugar en las últimas semanas, en plena escalada, Šefčovič amplió la oferta. “Estamos dispuestos a debatir aranceles de cero por cero para los coches, pero también estamos listos para discutir cero por cero para productos industriales“, ha dicho el comisario que transmitió a sus colegas estadounidenses. En particular, esto afectaría a sectores como el químico, el farmacéutico o los plásticos.

Para el comisario, esto prueba la voluntad de los europeos de negociar. Sin embargo, aunque Šefčovič no ha explicado cuál ha sido la reacción de la Casa Blanca, habla en futuro, no en presente, de la posibilidad de negociar este acuerdo. Un acuerdo para que el que la Comisión cuenta con el mandato de los gobiernos europeos desde 2019, precisamente durante la primera presidencia de Donald Trump.

En un tono mucho más desalentador del habitual, Šefčovič ha reconocido que si fuera una cuestión puramente comercial, hay muchas áreas en las que Estados Unidos y la UE podría colaborar. “Si supiéramos que este es el problema, podríamos solucionarlo muy rápido”, ha dicho el comisario. “Pero mi sensación es que en este momento, esto es más una decisión de la administración estadounidense de transformar el sistema comercial global y que ven los aranceles como una herramienta correctiva para muchos de sus objetivos políticos“.

Šefčovič se ha reunido este lunes para explicar a los ministros de Economía y Comercio de la UE sus contactos con sus homólogos, las herramientas que la Comisión se plantea utilizar, y la respuesta a corto plazo. Este miércoles 9 de junio, los veintisiete votarán una primera

De momento, los Veintisiete deberán votar el próximo miércoles 9 de abril una primera lista de aranceles en represalia por los gravámenes sobre el acero y el aluminio. La Comisión anunció el pasado mes de febrero que propondría una lista de productos que gravar hasta llegar a los 26.000 millones de euros en exportaciones que Bruselas calcula que se verán afectadas por los nuevos aranceles. Sin embargo, este lunes, Šefčovič ha reconocido que la cifra final será ligeramente inferior.

Según publica la agencia de noticias Reuters, la UE impondrá aranceles del 25% a esos productos, el mismo porcentaje que EEUU aplica a las importaciones de ambos metales. Los gobiernos deberán darle su visto bueno el miércoles y enterá en vigor en los próximos días. Después, . La duda es qué más puede o está dispuesta a ofrecer la Unión.

La respuesta

Šefčovič fue uno de los primeros ministros en reunirse con Lutnick en febrero. El esloveno asegura que desde entonces, además de sus viajes a Washington, han hablado por teléfono y videoconferencia. “Entiendo que están reflexionando sobre algunos de los asuntos pero a pesar de las discusiones, hemos visto como imponían aranceles sobre la UE el pasado 2 de abril. Así que creo que tenemos que proceder con nuestras contramedidas”, ha dicho el comisario.

Para el ministro sueco de Comercio Internacional, Bejamin Dousa, estas represalias son una manera de poner “una fuerte presión sobre la administración estadounidense para negociar”. Pero más allá de las represalias que la UE planea tomar contra los aranceles sobre el el aluminio y el acero, la escalada de la guerra comercial hace que Bruselas explore más medidas. “Esto nos obliga a mirar nuevos pasos”, ha dicho el Comisario, que ha escuchado este lunes la posición de los distintos gobiernos al respecto. “Aún tenemos que reflexionar”, ha reconocido.

Según cálculos de la Comisión, el total de aranceles impuesto por la administración Trump abarca el 70% de las exportaciones europeas a Estados Unidos. Esto no solo da una idea del impacto sino del escaso margen que Bruselas tiene para responder. “No vamos a responder dólar por dólarero sí consideramos todas las herramientas sobre la mesa“, ha dicho el comisario.

Šefčovič vuelve a Bruselas con el respaldo de los veintisiete que abogan por “hablar primero y disparar después”. Pero también con el mensaje de que la UE necesita un plan B si la negociación falla y ese plan debe estar medido porque el impacto es inevitable. “Había una sensación [en la reunión] μιας σαφούς προτίμησης για να δώσει μια υπεύθυνη απάντηση », είπε Michał BaranowskiΥφυπουργός του πολωνικού κράτους στο Υπουργείο Οικονομικής Ανάπτυξης και Τεχνολογίας. “Πρέπει να θυμόμαστε ότι η απάντησή μας, τα τιμολόγιά μας, Θα προστατεύσουν τις επιχειρήσεις μας, αλλά θα προκαλέσουν περισσότερη βλάβη στην οικονομία μας“Πρόσθεσε.

Evitar la escalada

Esa voluntad de ser responsables ha dicho Baranowski. Algunos países piden poner los servicios -donde Estados Unidos tiene un superávitomercial respecto a la UE- y en particular, las tecnológicas. Otros quieren hacer uso del mecanismo anti-coerción previsto para cuando terceros países tratan de imponer una postura política a través de medidas de presión económica. Pero de momento, insisten en negociar.

El ministro de Exteriores letón, Artjoms Uršuļskis aboga por responder pero sin llevar “esta guerra comercial a un nuevo nivel”. Por eso, Uršuļskis se opone a imponer aranceles sobre los servicios. Una postura que comparten algunos de sus colegas, como por ejemplo Irlanda, que las sedes de las grandes tecnologías norteamericanas en Europa. “Sería una escalada extraordinaria“, ha dicho el ministro de Exteriores irlandés Michael Martin respecto al uso del mecanismo anti-coerción, el ministro lituano de Exteriores Kęstutis Budrys considera que “no hay que precipitarse” y alega que por el momento, no se dan las condiciones. “Tenemos que demostrar la capacidad de presión que tenemos, dejarla un poco de lado e ir a negociar”, ha insistido.

El ministro de Comercio Internacional francés, Laurent Sain-Martin ha asegurado que prefiere “la cooperación a la confrontación”. Pero también ha insistido en que, dadas las circunstancias, “tenemos que ponerlo todo sobre la mesa y no excluir absolutamente nada”. En la misma línea se ha expresado Šefčovič que insiste en que “en este momento, estamos dispuestos a considerar todas las opciones“.

Varios paíes, entre ellos España, han pedido además explorar opciones para apoyar a las industrias afectadas por el impacto de los aranceles. “Lo que tenemos que hacer es y con el resto de estados miembro y aterrizar una propuesta concreta, sobre una idea que ha sido bien recibida”, ha dicho el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, al término de la reunión.

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