Μια τεράστια διαμαρτυρία ενάντια στην ελληνική κυβέρνηση στην Αθήνα τελειώνει με ταραχές και τραυματίες

Una multitudinaria protesta contra el Gobierno de Grecia este domingo en Atenas ha terminado con graves disturbios. Hay cuatro policías heridos y un fotoperiodista golpeado en la cabeza por una granada aturdidora lanzada por los agentes. Hasta el momento hay 13 detenidos en el centro de la capital griega, mientras que también se han producido daños en vehículos de las fuerzas de seguridad, según un comunicado de la policía.

Los incidentes se han producido al final de una manifestación para exigir al Gobierno conservador justicia por el accidente de trenes que , en su mayoría jóvenes universitarios. A esta protesta han asistido 30.000 personas según la Policía y alrededor de 100.000 según los medios griegos. Ha sido una de las más multitudinarias de los últimos años según los medios locales, y ha transcurrido sin incidentes.

Pero al acabar esta manifestación, un grupo de personas se ha separado de la marcha principal y ha empezado a tirar cócteles molotov y piedras a los agentes antidisturbios, según el relato policial. La Policía respondió con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. El fotoreportero Marios Liolios ha sido alcanzado en la cabeza por una de estas granadas, lanzada por agentes antidisturbios, durante los enfrentamientos entre la Policía y manifestantes. También se han visto manifestantes escoltados por policías con sangre en la cabeza.

Según el portal News247, la Policía “asfixió” la gran manifestación, ya que cuando los agentes empezaron a lanzar gases lacrimógenos decenas de miles de personas pacíficas, entre ellas ancianos y menores, todavía se encontraban en la plaza y se quedaron prácticamente “atrapadas” en medio de los disturbios. El partido izquierdista Syriza acusó al Gobierno de usar la policía para “intentar dispersar a la multitud” que se manifestaba contra “el encubrimiento del crimen de Tempe”, localidad cerca de la cual se produjo el accidente.

Las movilizaciones fueron convocadas por la Asociación de Familiares de Víctimas de Tempe, donde en 2023 se produjo la . “Lo sabían, conocían en detalle el peligro. Estaban jugando con nuestras vidas y finalmente los trenes chocaron”, señaló en un discurso durante la manifestación María Karistianú, quien perdió a su hija Márthi en el accidente.

Al grito de “asesinos, asesinos” y “ningún crimen quedara impune” los manifestantes se reunieron frente al Parlamento griego para protestar contra lo que consideran un “intento de encubrir el crimen de Tempe” y sus principales responsables por parte del Gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis. reelegido tras el accidente por mayoría absoluta, y prometió reformar el sistema ferroviario, aunque la Comisión Europea señala que los avances son lentos.

Más de 20.000 personas, según la prensa local, se manifestaron en Salónica, la segunda urbe de Grecia, donde también se registraron altercados entre un grupo de manifestantes y la Policía, que detuvo a 23 personas. Otras movilizaciones se produjeron en decenas de ciudades de Grecia y también en capitales europeas como Londres, Amsterdam ο Bruselas.