El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya no se esconde. Ahora desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el republicano se aleja de su discurso anti-guerra de los últimos meses y plantea una nueva iniciativa para la diezmada Franja de Gaza. Según Trump, hay que “limpiarla”. “Hablamos de un millón y medio de personas, y simplemente limpiaremos todo eso”, ha dicho el presidente estadounidense. Para hacerlo, propone a Egipto y Jordania que acojan a los palestinos de ese territorio como una forma de alcanzar la paz en Oriente Próximo. La medida para el enclave, al que ha descrito como un “sitio de demolición”, podría ser “temporal o a largo plazo”.
“Me gustaría que Egipto tome gente y me gustaría que Jordania tome gente”, ha declarado Trump a bordo del avión presidencial Air Force One este sábado. Según explica, habría discutido con el rey de Jordania, Abdalá II, en una llamada telefónica la posibilidad de construir viviendas y trasladar a más de un millón de palestinos de Gaza a países vecinos. “Le dije que me encantaría que asumiera más responsabilidades, porque estoy viendo todo Gaza en este momento y es un desastre, es un verdadero desastre”, ha añadido en declaraciones a los periodistas. La agencia de noticias estatal jordana, Petra, informó sobre la llamada con Trump, pero no mencionó la reubicación de los palestinos.
Negativa anterior de Egipto y Jordania
Durante estos brutales 15 meses de asedio israelí al enclave gazatí, en el que han muerto casi 50.000 palestinos, en ningún momento los países árabes han expresado su intención de acoger a los gazatíes, defendiendo que, tal y como ellos mismos desean, deben permanecer en su tierra. Jordania ya alberga a más de 2,39 millones de refugiados palestinos registrados, según Naciones Unidas. Suponen más de la mitad de la población del reino hachemita. En Egipto, país colindante con el enclave gazatí, la población palestina ha aumentado en los últimos meses con al menos 100.000 personas más cruzando a Egipto. Muchas de ellas se han quedado allí a la espera de volver a sus hogares.
Trump espera hablar este domingo con el presidente egipcio, Abdelfatá el Sisi. Ambos, Jordania y Egipto, son países aliados de Estados Unidos. “No sé, algo tiene que pasar, pero ahora mismo es literalmente un lugar de demolición”, ha dicho Trump. “Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí, así que prefiero involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en un lugar diferente donde creo que tal vez podrían vivir en paz para variar”, ha añadido el expromotor inmobiliario, señalando que las posibles viviendas “podrían ser temporales” o “podrían ser a largo plazo”.
Ultraderechistas contentos
Por su parte, en Israel, parte del gobierno del primer ministro Binyamín Netanyahu no ha intentado esconder su alegría. “Después de 76 años en los que la mayor parte de la población de Gaza estuvo retenida por la fuerza en duras condiciones para mantener la ambición de destruir el Estado de Israel, la idea de ayudarlos a encontrar otros lugares donde comenzar una nueva y buena vida es una gran idea”, ha celebrado el ministro de Finanzas, el líder colono ultraderechista Bezalel Smotrich, en ‘X’. “Tras años de santificar el terror, podrán establecer una nueva y mejor vida en otro lugar”, ha añadido, aplaudiendo el intento de “buscar nuevas soluciones” para “traer una solución de paz y seguridad”.
Smotrich ha prometido que trabajará “en estrecha colaboración con el primer ministro y el gabinete para garantizar que haya un plan operativo para implementar esto lo antes posible”. “Felicitaciones al presidente de EEUU por la iniciativa de trasladar a los residentes de Gaza a Jordania y Egipto”, ha tuiteado el exministro de Seguridad Nacional, el radical Itamar Ben Gvir. “Una de nuestras exigencias al primer ministro es fomentar la inmigración voluntaria, y cuando el propio presidente de la mayor potencia del mundo plantea la idea, el gobierno israelí debería implementarla: ¡fomentar la inmigración ahora!”, ha exigido.
Bombas para Israel
Durante sus primeras horas en la Casa Blanca, Trump ya dio el primer regalo a los socios de extrema derecha de Netanyahu con la retirada de las sanciones contra los colonos radicales impuestas por su predecesor Joe Biden. Con estas declaraciones, va en contra del enfoque declarado del enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, sobre el conflicto, cuyo principio es “el respeto a la soberanía: cada nación merece el derecho a determinar su propio destino, libre de la interferencia de potencias externas”, según ha declarado. A su vez, en octubre de 2023, el presidente egipcio criticó la decisión de Israel de evacuar a más de un millón de residentes del norte de Gaza, calificándola de parte de un plan más amplio para librar a toda la zona de palestinos.
Además, esta iniciativa de Trump para “limpiar” Gaza llega hora después de que confirmara el levantamiento del control de Biden sobre un envío de bombas de carga pesada a Israel. El expresidente estadounidense congeló el cargamento por primera vez en abril pasado por preocupaciones de una invasión israelí de Rafah en el sur de Gaza. Ahora, igual que en el resto del enclave, apenas quedan edificios en pie en esta localidad palestina. Según ha informado el medio estadounidense Axios, el cargamento de 1.800 bombas MK-84, almacenado en Estados Unidos, será colocado en un barco y entregado a Israel en los próximos días. Con Trump ya instalado en la Casa Blanca, Netanyahu y sus socios están de enhorabuena.
Un retorno cargado de frustración
Mientras, decenas de miles de palestinos esperaban este domingo en puestos de control para regresar a sus hogares en el norte de Gaza, expresando su frustración después de que Israel acusara a Hamas de violar un acuerdo de alto el fuego y se negara a abrir los pasos fronterizos.
Un día después de un segundo intercambio de rehenes israelíes retenidos en Gaza por prisioneros palestinos en cárceles israelíes, el atraco subrayó los riesgos que pesan sobre la tregua entre el grupo militante e Israel, adversarios de larga data en una serie de guerras en Gaza.
“Un mar de personas está esperando una señal para regresar a la ciudad de Gaza y al norte”, dijo Tamer Al-Burai, una persona desplazada de la ciudad de Gaza. “Este es el acuerdo que se firmó, ¿no?”. “Muchos de ellos no tienen idea de si sus casas siguen en pie, pero quieren irse de todas formas, quieren poner las tiendas de campaña junto a los escombros de sus casas, quieren sentirse como en casa”, dijo a Reuters a través de una aplicación de chat.